Sergio Rodríguez, mucho más que un ciclista – #LetMeRide

Sergio Rodríguez, mucho más que un ciclista – #LetMeRide

11 octubre 2019 Desactivado Por Eriz Fraile García

En las últimas horas, Sergio Rodríguez ha hecho pública su situación después de la desaparición de Euskadi-Murias, el que ha sido su equipo durante los dos últimos años. Con una carta abierta (que podéis leer aquí), el navarro ha puesto en valor las labores de gregario, tanto en su caso como en el de todos esos trabajadores invisibles que existen en el ciclismo. Por ello y por nuestra afinidad con Sergio, nos hemos querido sumar a su iniciativa #LetMeRide y volvemos a publicar la entrevista que le hicimos en febrero de 2018, en su segundo mes en la estructura de Jon Odriozola.


  • Durante tus años como ‘amateur’ antes de dar el primer salto a profesionales, habías estado ya en cuatro equipos. ¿Esta falta de continuidad retrasó tu paso a profesionales?

Puede ser que sí, pero fueron circunstancias. Empecé en Telco’m. De ahí me  fui a Seguros Bilbao, dónde estuve dos años, pero se cerró un ciclo y me tuve que ir. Luego, un año en el Gipuzkoa y otro en el Infisport-Alavanet, hasta que me llamo el Caja Rural para su filial. Tampoco creo que fuera algo determinante para no dar el salto a profesionales. Puede que tuviera cierta importancia, pero se dio así y tampoco he pensado más allá.

  • En entrevistas anteriores, has comentado que tu tercer año como sub23 [2013] no fue bueno. Sin embargo, fue un año con varias victorias. ¿A que se debe esa visión tan pesimista de aquella temporada?

(Resopla) El tercer año fue complicado. Tuve problemas con la alimentación y fue un año bastante duro. En el equipo tampoco tuve estabilidad y no estuve a gusto en toda la temporada, ni conmigo ni con el equipo. Incluso, a principios de agosto dejé de correr y me planteé la retirada. No tenía dónde ir y hasta octubre no recibí la llamada de Jon Odriozola para ir al Gipuzkoa-Oreki.

  • Finalmente, el pasado año [2017] logras un contrato con el Equipo Bolivia. Cuando te llegó la oferta, ¿Cuál fue tu primer pensamiento?

Yo venía de una temporada con el filial de Caja Rural, en la que tuve un par de caídas cuando mejor estaba y se me torció un poco mi época buena. No tuve buenos resultados y en septiembre pensé que “si no llega una oferta en profesionales, lo dejo”. No me veía haciendo otra pretemporada pensando en seguir como ‘amateur’. Al final, salió esta oportunidad. Quizá, si hubiera llegado ahora [febrero de 2018], no la hubiera aceptado. Pero entre eso o colgar la bici, decidí aceptar.

  • A lo largo de los meses que estuviste allí, se fueron conociendo cada vez más problemas sobre el equipo. ¿En qué momento decides rescindir el contrato?

Corrí la Challenge Ciclista Mallorca y un par de clásicas portuguesas en febrero. A partir de ahí, vi que las condiciones no mejoraban y a principios de marzo decidí que no era el camino que yo quería seguir. Volví a ‘amateur’ para disfrutar de nuevo del ciclismo y terminar el año con buen sabor de boca, no para un futuro regreso a profesionales. 

  • ¿Que te llevó a recalar en la Fundación Euskadi tras verte obligado a dejar el profesionalismo?

Hablé con Gorka Beloki (de la Fundación Contador) y con gente de Caja Rural, pero estaban las plantillas cerradas. Al final, hablé con Jorge Azanza, con quién tengo una buena relación, y quedaba un hueco libre de un élite que había dejado la Fundación Euskadi, así que pasé a ocuparlo yo.

  • No mucho después del cambio de equipo y categoría, te proclamas Campeón de España élite. ¿Te esperabas poder lograr este triunfo?

Pues bueno… (resopla) Nunca te esperas algo así. Sabía que llegaba en un buen estado de forma y que era un buen escaparate. Salí con la idea de guardar y llegar hasta dónde pudiera. Una vez que se hizo el corte bueno y estábamos sólo tres élites, vi que había opciones. Pero hasta que no cruzas la línea no te lo crees.

  • ¿Crees que el haber estado los primeros meses del año como Continental te favoreció?

No, para nada. Cuando corrí yo en Continental era enero-febrero. En el Nacional, coincidió que llegaba bien, estaba motivado y tuve el día. Sobre todo, esto último. No hizo mucho calor, no fue una carrera rápida… salió bien todo lo que podía salir.

  •  ¿Con que victoria o momento de tus años como amateur te quedas?

Sin duda, me quedo con el Campeonato de España. Más que por la victoria importante que es, me quedo con esta por todo lo que había pasado antes. Había sido un año complicado y fue la recompensa a no haberme rendido. Fue un punto de inflexión para el resto del año y al final, ahora estoy en profesionales. Sobre todo, fue gracias a la familia, en especial a mi novia y mi hermano. Cuando pasó lo del Equipo Bolivia, fueron ellos quienes me empujaron a seguir. 

  • Con 25 años y una experiencia fallida hace doce meses, ¿Como te enteras y como reaccionas ante el interés de Euskadi-Murias?

Me llamó Rubén Pérez (director deportivo) y me ofreció unirme al equipo. Otros años, yo había hablado con Jon Odriozola y ya sabía que por el año que había hecho podía haber opciones de dar el salto. Aun así, yo no lo tenía nada claro. Al final, me llamó Rubén y fue una alegría tremenda. 

  • ¿Ha sido un regreso a la élite fácil o complicado? ¿Que ha sido lo mejor y lo peor de estos primeros dos meses?

Fácil y complicado. Por un lado, ha sido fácil porque al final es un sueño cumplido. Después de haber vivido una experiencia como la mía en Bolivia, esto es la hostia. Pero, por otro lado, en las dos carreras que he corrido he tenido averías, una hipotermia y desde la Colombia Oro y Paz estoy con fiebre. No he tenido tiempo aún de disfrutar en carrera, pero estar en un equipo así es la hostia.

  • Llevas ya nuevedías de competición y en la primera etapa de Colombia te colaste entre los 30 primeros. ¿Fue fruto del trabajo bien hecho o pura casualidad?

En un principio, me quería meter al sprint y estuve todo el día en los puestos delanteros. Pero, a falta de cinco kilómetros, hubo una caída, tuve que poner pie a tierra y me tocó recuperar. Me pegué un calentón y ya llegué un poco justo al final. Estuve algunos días mal por la fiebre, y aunque cogí la escapada en la cuarta etapa con gente de nivel, el resto de la carrera fue un poco de superviviencia.

  • A partir de ahora, ¿Que objetivos tienes y que te están pidiendo desde el equipo?

Desde el equipo, por lo menos en mi caso, me están dando mucha tranquilidad. Pese a no haber empezado bien, me dicen que no me agobie. En cuanto a mis objetivos, la preparación está hecha para llegar bien a abril-mayo, que es cuando siempre he rendido mejor. Después, quizá haré un bloque de altura para llegar fresco al final de temporada

  • ¿Ves opciones de entrar en el ocho de La Vuelta?

Queda aún medio año. Me encantaría ir, pero tampoco me obsesiona, porque es mi primer año. El que no vaya a La Vuelta, tendrá un calendario alternativo, asi que no hay problema. Lo que tenemos que hacer es estar bien en las carreras previas. Como se buscan distintos perfiles de corredor, al final no van siempre los ocho que mejor están. Pero si que tengo ilusión, porque además es un mes que se me suele dar bien. 


  • ¿A quién le debe más Sergio Rodríguez tras haber llegado hasta aquí?

Como la mayoría de deportistas, a la familia. Sobre todo, a mi hermano y a mi novia. Cuando las cosas no van de cara, tener ese apoyo ha sido fundamental. 

  • ¿Cómo describirías a tu “yo niño” y a tu “yo actual”?

¿Al niño? (risas) Un chico muy inquieto, muy nervioso, perfeccionista… y que quería ir siempre demasiado rápido. Un ejemplo es que me tomé las categorías inferiores demasiado en serio. Y el actual… ha mantenido esos rasgos de perfeccionista y nervioso, pero si que es mucho más calmado y aprendiendo cada día más a relativizar las cosas.

  • ¿En qué crees que te ha ayudado el ciclismo en tu evolución personal?

(Resopla) Sobre todo, a no rendirme, a seguir trabajando y a saber encajar las derrotas. Por cada victoria, hay cien derrotas. También me ha ayudado a darme cuenta de que más que el resultado, aprendes a disfrutar del camino y de lo que haces.

  • ¿En qué momento decidiste que querías ser ciclista?

 (Resopa) Cuando llegas a ‘amateur’, ya tienes la idea de intentar se ciclista profesional tarde o temprano. 

→ ¿En que momento te diste cuenta de que podías dedicarte a ello?

El último año de sub23. Fue un punto de inflexión. Di un salto de nivel y ya vi que podía llegar y dedicarme al ciclismo.

  • ¿Te ha ayudado a la hora de sacarte la carrera de INEF el ser deportista de élite? ¿Ha sido fácil compaginar ambas cosas?

(Risa nerviosa) Con INEF pasó una cosa… A veces, los estudios te ayudan a desconectar de la bici, pero con esta carrera te pasa lo contrario. Tiene la ventaja de poder aplicar lo que das en clase en tu vida, pero no terminas de desconectar nunca porque estás pensando en como aplicarlo. Pero bueno, es una carrera que es fácil de compaginar y fue un acierto estudiarla.

  • ¿Cómo te defines como ciclista? ¿Y como persona?

Como ciclista… (resopla) trabajador, disciplinado y luchador. En cuanto al tipo de corredor, dirí todo-terreno, pero aún no se dónde puede estar mi sitio en profesionales. 

  • ¿En que se parece y en que es distinto el “Sergio ciclista” y el “Sergio persona”?

Como persona, soy muy amigo de mis amigos, me gusta estar en casa, soy trabajador, perfeccionista…  Y eso se traslada a la bici. Soy agradecido, ayudo en todo lo que puedo al compañero y también soy perfeccionista.

  • ¿Qué hobbies tienes fuera del ciclismo?

(Resopla) Más que un hobby, estoy aprovechando lo estudiado y llevo entrenamientos a otras personas. Si no estuviese tan centrado en la bici, me gustaría hacer muchos más deportes. Aparte de eso, me gusta mucho el cine y estar con amigos.


Imagen destacada: A la Cola del Pelotón

Sprint Final. Eriz Fraile (@FraileEriz).