
Rebeldes sin causa en el ciclismo moderno
27 mayo 2019
En los últimos años, estamos viendo como el ciclismo se convierte en un deporte con mucho laboratorio y algo menos de corazón, impulsos, algunos se atreverían incluso a decir valentía… La tecnología, los avances, los estudios, en definitiva… la ciencia ha llegado hace ya un tiempo para quedarse. Todo ello robotiza, encorseta y especializa a los corredores haciendo más previsible el guión de cada carrera y reduciendo el abanico táctico de las mismas.
El equipo por excelencia en este ámbito, quizás no pionero pero si aquél que mejor lo ha sabido aprovechar, ha sido el equipo Sky. Desde hace mucho tiempo, hay una sistemática queja del aficionado medio, sobre todo de aquellos puritanos y melancólicos de épocas pasadas, contra estrategias al estilo Sky que bloquean carreras y actúan de una forma, quizás, poco vistosa para el espectador, a la par que efectiva. De la misma forma, numerosas etapas llanas -y no tan llanas- en muchas de las vueltas o ‘Grandes Vueltas’ del calendario, son asumidas en el, cada vez más común, guión de pequeña fuga regalada a corredores de equipos continental con casi ninguna posibilidad de victoria.
No obstante, y para bien del ciclismo, ha llegado una nueva camada de corredores dispuestos a romper con las reglas. Corredores que han decidido que no todo debe ser como los directores del algunos equipos deciden en la caravana minutos antes de la etapa. Están dispuestos a atacar, insistir y dar batalla al pelotón hasta el último metro. No son uno ni dos, son jóvenes y coinciden todos en similares edades habiendo explotado hace poco y habiéndose instalado ya en el elenco de grandes ciclistas del pelotón.
No solo son valientes y buscan siempre dar la cara allá donde corren con fugas o ataques finales devastadores, además, son corredores sumamente versátiles. Ruedan fuerte en el llano, pasan con suma facilidad cotas explosivas, se defienden con mucha clase en puertos más largos y duros, son habilidosos en los descensos, tienen un gran fondo que les permite entrar en fugas varias veces a lo largo de una carrera, tiene fuerza y calidad para aparecer también en las clásicas del pavés y tienen un punch final que les permite luchas la victoria en grupos muy reducidos.
Quizás no estamos hablando de los mejores corredores del pelotón, o más bien, no estamos hablando de corredores que son los mejores en una especialidad. Como se suele decir, no son un 10 en nada, pero son un 8 en casi todo. Esto en épocas antiguas era más habitual, pero en estos días donde se lleva al extremo la preparación y especialización, sorprende como algunos de estos jóvenes se salen de lo establecido y son capaces de brillar en tan distintos escenarios devolviendo un sabor a ciclismo vintage de muchos quilates que logra hacer vibrar al aficionado.
Hablamos, entre otros, de corredores como Matej Mohoric, Alexey Lutsenko, Maximiliam Schachmann o una de las sorpresas de esta primavera belga, Alberto Bettiol. Si bien todo lo ya mencionado sería suficiente como para dedicarles estas líneas, se suma el hecho de que su valentía y calidad suele tener premio. De los mencionados, todos han logrado grandes victorias en distintos escenarios, en muchas ocasiones, tras largas fugas en las que vencen en su pulso contra al pelotón. Todo ello no es un hecho baladí, ya que en la competición el fin último es precisamente ese, ganar y ellos lo hacen.
Estamos por tanto ante una generación dorada de ciclistas muy talentosos dispuestos a revolucionar el panorama ciclista. Son rebeldes sin causa, que tienen como único objetivo la victoria. No son fáciles de controlar, tampoco de saciar, y suelen ser el azote de los grandes equipos en las mejores carreras del mundo. Toca sentarse, disfrutar y comprobar cual es el límite de estos corredores alternativos con mucha hambre y ganas de colocar su nombre en la historia de este deporte.
Imagen destacada: Getty Images
Sprint Final. Adrián Pacheco (@adripache19)